La Esperanza es “un factor determinante” que “nos permite enfrentar los problemas” de la vida cotidiana.
Santo Domingo 2022.- La Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) celebró con una charla de reflexión el retiro de Adviento en el Templo Parroquial Santa María de la Anunciación, con toda la comunidad universitaria, con el tema: “la esperanza hace vivir”.
Este encuentro fue presidido por el Reverendo Padre Tulio Cordero, quien inició afirmando que el Adviento acaba en la Navidad. Por lo que suceda en este tiempo de preparación, habrá dos maneras de celebrar la Navidad: Una Navidad con Cristo o una Navidad sin Cristo.
El padre Cordero dijo que la esperanza tiene un significado: “quien sabe esperar, al final del trayecto se encontrará con la vida, la luz y la alegría verdadera. La misma hace vivir y se necesita que la lleven de la mano, ya que es muy frágil.
El vicario parroquial explicó que existen tres figuras y tres tiempos que nos ayudan a prepararnos bien: Isaías, el Bautista, la Virgen.
- ISAÍAS, con su sueño de porvenir: “Miren, una virgen está en cinta y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel” – 7,14b-15)”. ¡Tiempo por venir!
- JUAN EL PRECURSOR (“el dedo que señala al Cordero de Dios” y que quiere llevarnos al desierto e invitarnos a la conversión): “Den, pues, fruto digno de conversión” (Mt 3, 8).
- LA VIRGEN SANTA, envuelta en el mando del Espíritu Santo. ¡Ella es la figura central del Adviento! ¡Tiempo de alumbramiento!
¿Qué es la Adviento? La palabra latina adventus significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
El Reverendo Padre Tulio Cordero citó y desarrolló tres elementos importantes: la vigilancia interior, la Esperanza y la Fe.
En conclusión:
Hay una frase en inglés que reza: When you know better, you do better (“Cuando sabes más, mejor lo haces”). Y yo la leería de esta manera: Cuando tú sabes más sobre ti mismo, tú mejoras todos los aspectos de tu vida. Igualmente, cuanto más conoces sobre ti mismo, más comprensivo y compasivo eres de los demás.
Por otro lado, cuando tú eres un problema para ti mismo, también eres un problema para los demás (y es muy probable que fracases en tus relaciones con los demás).
Así, pues, además de incrementar nuestra capacidad de reflexión sobre nosotros mismos, de interiorización personal, también necesitamos de verdaderos amigos que nos apoyen y ayuden a crecer: necesitamos expresarnos con libertad y sin miedos ante otros que nos sean cercanos. Porque siempre necesitamos de alguien en quien confiar. Es cierto –como señala John Powell en su obra Por qué temo decirte quién soy– que está el miedo de ser rechazados por otros cuando conocen la verdad de nosotros mismos y creemos que esa persona (o esas personas) no nos entenderían. ¡Pero debemos arriesgarnos!
Y no olvidemos, ¡mientras más nos sumergimos en el misterio de Dios, más descubrimos sobre el misterio que somos nosotros!.